Siempre es tiempo de aprovechar las ofertas en vuelos económicos. Imagínate que te pasa como a Nuria: llegó a Barcelona, después de visitar Marruecos, con la sensación de estar en una nube. Para salir de ella, se le ocurrió quedarse dentro, junto a su actual marido, el bereber Hamid. Ya os hablamos de ellos y de la pequeña Nora hace unos días. Ahora han salido los tres para contarnos cómo se comen el mundo, pudiendo viajar con la pequeña a todos los rincones del planeta.
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Llevas unos años fuera de Barcelona. ¿Qué echas de menos ahora que vives ‘abroad’? «Echo de menos la familia y los amigos, ir al cine o al teatro, un buen queso manchego, y pasear por la calle siendo una transeúnte más en el mapa.»
En ‘Viviendo Abroad’ pensamos que vivir en un lugar nuevo supone una construcción de antes, ‘despueses’ y presentes. Un cúmulo de experiencias que se suman. ¿Crees que puede ser un problema a la hora de querer buscar la propia identidad? «No tengo la respuesta, si que es cierto que, a veces, te sientes un poco en tierra de nadie, ni de aquí ni de allí, todo te acaba transformando y modificando. La manera de sobrevivir es ser tú misma, fiel a tus ideales, llevarte la parte positiva de lo nuevo que te rodea y hacerlo tuyo, y dejar de lado aquello que no nos interesa. Espero que, como identidad, siempre sea yo, Nuria. Siempre tendré un antes y un después, pero deseo encontrar el equilibrio entre lo que fui y lo que seré.»
Dices que, a veces, tienes ganas de algo “más occidental” con tu hija, y lo encuentras en Marruecos. ¿Pesa más el origen paterno o el materno, en la personalidad que se está construyendo en Nora? «Espero y deseo que ni uno ni el otro, es decir, que su personalidad sea noriana :) Quiero que sepa convivir entre estas dos culturas tan distintas, y que sepa encontrar el equilibrio perfecto entre ambas y sepa aprovechar la riqueza que ambas le pueden aportar. Que sepa apreciar lo que tiene, que sepa respetar al prójimo por distinto que sea, y sobre todo, que sea políglota a más no poder (catalán, castellano, bereber, darija, árabe, francés… y quién sabe).»
Recomendaciones para los españoles que viven ‘abroad’, en Marruecos, concretamente. «Poco tengo que decirles; ya saben dónde estamos y, si se pasan por Marrakech, aquí nos tienen.»
(Fotografías tomadas en el Valle de Ourika, cerca de Setti Fatma)